miércoles, 4 de noviembre de 2009

Venecia



Con el tema de los nenúfares, recordé el viaje a Europa, uno de los recuerdos más imborrables, fue cuando apareció ante mis, la plaza de San Marcos, fue mágico. Había llegado a Venecia, desde Mestres, baje del tren, vi el canal, cruce un puentecito y el camino se cerró en una calle. Venecia es teatral, es como ir envuelta en una capa negra, cubriéndose la cara . Comencé a caminar, la calle era angosta y larga y al final se abría en un patio rodeado de casas de dos plantas con una sola puerta en las fachadas, y en el centro un aljibe. Todo olía a cloaca y desinfectante, a Fluido Manchester. Seguí caminando, sin detenerme en ningún lugar, tenía miedo, era tarde, todavía de día pero tarde, no se a donde iba, pero sentía que tenía que seguir. Entre en otra calle y en un ángulo de la pared, arriba, en el vértice , vi una flecha pintadas, luego encontré otra , y otra más , y el paisaje se repetía , todo parecía igual, calles , patios, casas, estaba muy cansada , pero continuaba avanzando , ya no podía volver atrás. Y de pronto, la calle se abrió y apareció, fue imponente, las campanas comenzaron a sonar, mire mi reloj y era en punto, el cielo se había puesto oscuro, bandadas de palomas ventilaron el aire, y el ruido de las alas chispeaban entre sí, fue un descubrimiento.

Ahora entiendo la palabra descubrimiento.

San Marcos, una enorme plataforma de cemento y baldosas, coronada de edificios. En las terrazas de la catedral, enormes caballos alados relinchaban al vació, mire de frente y vi el canal, estaba en Venecia. Me acerque al templo y vi que una comitiva entraba al lugar , hice la cola , compre diapositivas , en eso levante la vista y todo era de oro, columnas, techos , entre al recinto y vi mas oro , oro y rojo , los fieles caminaban hacia el atrio, y un cura daba la comunión , era tiempo de ver no de comer, entonces divise una escalerita angosta en una de las galerías laterales, y subí , desemboque justo en la terraza, fui hacia las esculturas de los caballos y los toque, mire hacia adelante y todo la plaza era para mí.



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